miércoles, 6 de julio de 2016

DISFEMIA Y FARFULLEO

 Disfemia

La disfemia tiene problemas de alteración del habla creada a nivel consciente de los sentidos y facultades en su primer estadio y posteriormente en el subconsciente, motivada por temor a no poder superar el entorno, creándose una falsa autoestima, mientras que el tartamudeo hace referencia a repeticiones de sonidos, sílabas, prolongaciones de ellos.

Esta área se caracteriza por repeticiones o bloqueos que ocasiona una ruptura del ritmo y de la melodía del discurso que comienza de modo característico, entre el segundo y cuarto año de la vida de un individuo.                                                                      

Farfulleo

Trastorno  de la frecuencia, ritmo y fluidez del habla del niño.
•   caracterizado por:
•    Un ritmo rápido del habla con interrupciones en la fluidez, pero sin repeticiones o indecisiones, de una gravedad que da lugar a un deterioro en la comprensión del habla.
•   El habla es errática y disritmica, con súbitos brotes espasmódicos que generalmente implican formas incorrectas de la construcción de las frases.
Síntomas que produce:
 Les cuesta decir lo que quiere
Presentan de forma involuntaria: Prolongación de sonidos o  silencios, Repetición de sonidos
Este problema suele agravarse en situaciones de estrés.
Cuando el niño siente que puede ser objeto de burla




El ritmo se conceptúa como la proporción y la armonía en la distribución de sonidos, acentos y pausas. La disemia se inicia en la infancia, típicamente entre los 2 y los 4 años de edad, generalmente coincidiendo con la aparición del lenguaje conectado, o sea, cuando el niño pasa de usar expresiones de una sola palabra a combinar varias palabras formando las primeras frases. Se exceptúan los casos de niños con retraso evolutivo del lenguaje o del habla o con síndrome de Down, en los que la tartamudez se inicia más tarde. El farfulleo se caracteriza por taquilalia y falta de inteligibilidad. La persona habla demasiado rápido, haciéndose difícil su comprensión. (Sangorrín, 2005, pág. 43)

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