AFASIAS
La afasia es la pérdida total o parcial de la
capacidad de hablar como consecuencia de una lesión ocurrida en
las zonas del cerebro destinadas al lenguaje. Es una falla en los centros del lenguaje del cerebro
que impide o disminuye la habilidad para hacerse entender mediante
la palabra hablada, la escritura o los signos. La persona afectada conserva su
inteligencia y los órganos fonatorios.
Afasia infantiles es un deterioro del lenguaje como consecuencia de una
lesión cerebral producida después de los dos años, es decir, después de que el
niño haya adquirido el repertorio lingüístico básico. Las causas son
de origen vascular, tumores cerebrales y traumatismos.
Los afásicos fluentes se caracterizan por una
expresión sin esfuerzo, con pocos fallos en la articulación, pero presentan
poco contenido informativo en su discurso, falta de vocabulario, circunloquios,
neologismos, parafasias etc. Las Afasias no Fluentes, es la expresión que
se caracteriza por un gran esfuerzo articulatorio y la articulación manifiesta
graves trastornos. Asimismo, el contenido tiene más significado que el de los
fluentes, pero la expresión, como se ha dicho, se desarrolla con más dificultad
La
afasia es una pérdida total o muy significativa del lenguaje expresivo o
comprensivo/expresivo, a causa de lesión cerebral.se asocia a una gran
dificultad en la capacidad simbólica-lingüística, consecuencia del daño
(tumores, traumatismo, infecciones, problemas vasculares) y afecta de forma
severa la conducta adaptiva e interacciones de la vida diaria.La
investigación sobre la afasia ha sido, de hecho, uno de los principales medios
para indagar acerca de la estructura y funcionamiento cerebrales. Es el único
síndrome en el cual puede considerarse que los diversos niveles del lenguaje
(gramática, vocabulario, etc.) funcionan independientemente unos de otros. (Bermeosolo Bertrán, 2010,
págs. 326,329)
DISFASIA
Los T.E.L o disfasias hacen
referencia a una limitación significativa, un conjunto de dificultades, en la
adquisición y desarrollo del lenguaje, presentes en niños que no evidencian
problemas neurológicos, cognitivos, sensoriales, motores ni socio familiares.
Los niños/ as con disfasia presentan una alteración profunda en los mecanismos
de adquisición del lenguaje, tanto expresivo como comprensivo.
Hay
niños que se encuentran muy por debajo de sus pares en cuanto a desempeño lingüístico,
sim embargo, no presentan retardo mental, déficit auditivo u otra condición que
explique tal retraso. A esta patología del lenguaje, de carácter evolutivo, se
le ha denominado de varias maneras y tradicionalmente ha sido definida por exclusión:
no obedece a retardo mental, sordera, daño cerebral o alteraciones neurológicas,
condiciones socio-ambientales adversas.Retrasos
simples: insuficiencia lingüística, es decir expresión y/o comprensión inferiores
a lo esperado para la edad, con un desarrollo algo desfasado.Trastornos:
retrasos más definidamente estabilizados, mayores problemas asociados,
afectando más severamente la comprensión –lo que incide en la expresión y un
desarrollo lingüístico eventualmente desviado y no sólo retrasado. (Bermeosolo Bertrán, 2010, págs. 331,332)
MUTISMO SELECTIVO
El
mutismo selectivo es un problema de inhibición del habla que suele tener su
inicio en la etapa preescolar, se caracteriza porque el sujeto, pese a tener la
capacidad del habla conservada, inhibe selectivamente la respuesta verbal
delante de determinadas situaciones sociales o lo restringe a ciertas personas
“de confianza” de su entorno familiar (normalmente padres y hermanos).
Supone
la ausencia total y continua del lenguaje en determinadas circunstancias o ante
personas concretas en niños que han desarrollado normalmente el lenguaje y que
se comunican perfectamente en otras circunstancias o delante de otras personas.
Mutismo selectivo es la incapacidad persistente
para hablar en situaciones sociales específicas, en las que se espera que el
sujeto hable, a pesar de poder hacerlo. El mutismo selectivo para Gallardo y Gallego “electivo”
,sólo se da ante ciertas personas o en determinadas situaciones y suele
aparecer, a los 3 años y con mayor frecuencia, hacia los seis. (Bermeosolo Bertrán, 2010, pág. 344)